CONTROL DE ROEDORES
La complejidad de la conducta de los roedores por un lado y los graves daños que, por otro lado, provocan en las cosechas y en el material almacenado, así como su condición de vectores de enfermedades, ha obligado al hombre desde antigüedad a luchar contra estos animales.
No obstante, dar con el desratizador apropiado y aplicarlo con éxito se hace difícil ya que los roedores tienen una aversión instintiva a lo desconocido, un sentido del olfato muy desarrollado y un paladar muy refinado
La limpieza y sanitización tiene como objetivo el control de los roedores (ratas y ratones) dentro y fuera de las instalaciones y se fundamenta en la prevención, impidiendo que los roedores penetren, vivan o proliferen en los locales o instalaciones. Podemos sintetizar estos procedimientos así:
Control indirecto
Manejo del medio ambiente: construcciones adecuadas, prácticas sanitarias, evacuación controlada de los residuos y basuras.
Practicas culturales: control de malezas, eliminación de basuras, control de madrigueras, bloqueos en las entradas de instalaciones y locales, impedir el acceso a fuentes de agua.
Control Directo
Control Directo
Métodos químicos: repelentes, cebos, tóxicos, fumigantes, esterilizantes químicos.
Métodos físicos: trampas de pega, trampas de gatillo y ultrasonidos.
Métodos biológicos: bacterias, depredadores.
Con el método químico se hace uso de rodenticidas (raticidas), compuestos químicos que mezclados con un cebo atrayente se instalan en el área con el fin de que el roedor localice y consuma el cebo (veneno), de esta manera se evita el acceso a las áreas protegidas ya que el raticida satisface una necesidad alimenticia y a su vez el realiza el control y eliminación de los roedores.
Los compuestos más recomendados para el control de roedores son los anticoagulantes y las características generales de este grupo son:
Producen la muerte retardada (3-5 días) tras la ingestión de una dosis de raticida.
El rechazo al cebo no es un problema porque los síntomas de envenenamiento se presentan tardíamente después de la ingestión del cebo.
Son efectivos a dosis más bajas y no son tóxicos – o sólo moderadamente- para los hombres y otras especies animales.
En caso de una intoxicación, se puede controlar con la aplicación del antídoto.
Actúan inhibiendo los factores de la coagulación y promoviendo las hemorragias internas en el animal.
Como colocar una ratonera
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